El Enfoque de Competencias

 

Conforme avanzamos en torno a los pilares de la Sociedad del conocimiento: Enseñanza, Investigación, Desarrollo e Innovación, así como en materia de globalización, el Enfoque de Competencias, gana mayor auge, Mateo, J. L. (2006). Hoy día es un imperativo la integración de este enfoque a los procesos educativos, ya que los resultados que se obtienen a través de las evaluaciones estandarizadas y el desempeño de las personas en sus puestos de trabajo, indican que es urgente una transformación en la manera de enseñar y aprender. Las instancias educativas, en este caso que nos compete, las universidades han de garantizar la articulación entre los perfiles de egreso y las demandas de la sociedad, asegurándose de contextualizar los aprendizajes,  desarrollando habilidades, conocimientos y actitudes que permitan a los individuos  comprender que pertenecen a una cultura que interactúa con otras,  siendo reflexivos y autónomo para la resolución de los problemas cotidianos, capaces de adaptarse y desenvolverse en un mundo de constantes cambios.

En ese mismo orden, entre las potencialidades de asumir en el currículo de la universidad contemporánea, las competencias como capacidad de acción, en pocas palabras que se estaría educando para la vida. Sería entender que la educación es un proceso que inicia desde la infancia, conecta con los intereses y necesidades del ser humano y garantiza su inserción en un medio social que les recibe y a la vez interpela.

Por otro lado, se considera algunos avances a través de la implementación del currículo por competencias en las universidades dominicanas. Podría destacar entre las fortalezas:  que se cuenta con un organismo rector que unifica criterios y orienta el diseño de programas curriculares para el hacer pedagógico e institucional, los actores del proceso tienen conocimiento sobre el enfoque de competencias, existe mayor transparencia de los perfiles profesionales en los programas de estudio y énfasis en los resultados de aprendizaje, así como centralidad en el estudiantado; evidenciándose  un poco de articulación entre las competencias profesionales o académicas y las laborales. En sentido general los egresados muestran actitudes y valores coherentes con sus perfiles.

Entre las debilidades o aspectos de mejora: continúa situándose la capacidad del docente para innovar, investigar y adaptar la practica a las demandas del empleo o ejercicio profesional, situarse en un contexto de gran competitividad donde se exige calidad y capacidad de cambio, mejorar la gestión institucional, incorporar las nuevas tecnologías, reubicarse en un escenario globalizado, que implica potenciar la interdisciplinariedad, el dominio de lenguas extranjeras, la movilidad de docentes y estudiantes, y los sistemas de acreditación compartidos.

Yuleidy Tibrey de Matos

 

Mateo, J. L. (2006). Sociedad del conocimiento. Arbor182(718), 145–151. https://doi.org/10.3989/arbor.2006.i718.18

Moreno Iglesias M, Casanova Moreno MC, Martell Socarrás M, Álvarez García BI, Tabares Arévalo R. El currículo, las competencias profesionales del docente: un reto de carreras de pedagógicas y médicas. Rev Ciencias Médicas [Internet]. 2019 [citado: fecha de acceso]; 23(1): 112-122. Disponible en: http://revcmpinar.sld.cu/index.php/publicaciones/article/view/3710

Diseño Curricular por competencias, de la Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Ingeniería, 2008.

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