Tiempo de Grandes Cambios

 

Estamos en un tiempo, de grandes cambios, los cuales obligan a una profunda transformación también en la educación: para muchos la escuela tradicional ha caducado. En la Cumbre Mundial para la Innovación en Educación de 2015 (WISE, por sus siglas en inglés), que se celebró en Doha (Qatar), ya se destacó que los sistemas educativos de todo el mundo sufrirán grandes modificaciones hasta 2030. Las nuevas tecnologías e internet han irrumpido de manera revolucionaria en la forma de aprender y enseñar. Y la globalización no ha hecho más que impulsar esa transformación.

 

Considerando el planteamiento anterior, vale señalar a (Prada, 2020) quien plantea que «tenemos que educar a futuros ciudadanos del mundo». Necesitamos una escuela que eduque tomando en cuenta las inteligencias múltiples: el lenguaje visual, verbal, musical, el pensamiento lógico, el conocimiento de sí mismo y la relación y el trabajo con los otros.(Escamilla, 2014).

 

Tanto el COVID-19 como los resultados obtenidos en evaluaciones y desempeño de las personas en sus puestos de trabajo, nos han enrostrado, mostrando las limitaciones y debilidades del sistema educativo; en cuanto al dominio de las herramientas tecnológicas y su integración en los procesos escolares. No obstante, considero que estamos en un momento estratégico para redefinir el rumbo de la educación e incursionar en nuevas maneras para hacer las cosas. Diseñar y adecuar los programas escolares acordes a la generación Z, Alfa y las posteriores. Estos ven la capacidad del trabajo colaborativo para resolver los mayores problemas a los que se enfrenta el mundo.

 

Es necesario innovar en educación, puesto que es preciso :  atender la ausencia o debilidad en los planes institucionales, implementar nuevas formas de aprender y enseñar, responder ante la falta de herramientas digitales y recursos en el sistema educativo, ofrecer una formación continua a los docentes, incursionar en cambios trascendentales a nivel de currículo, trabajar en base a un plan-proyecto país, creación de base de datos sobre las necesidades de la sociedad y cantidad de gente formada, reducir la brecha de  conectividad, social y económica, abordar el tema de la inmigración, integración, inclusión, financiación y otros. Para todo esto y más, propiciar nuevas formas de hacerlo, es fundamental.

 

Yuleidy Tibrey de Matos